Una publicación de correos electrónicos internos reveló que el gigante agroquímico estadounidense Monsanto manipuló los estudios sobre el herbicida de la compañía, Roundup. Los expertos creen que el producto causa cáncer, y la toxicóloga de Monsanto afirma en los mails: “No se puede decir que Roundup no sea carcinógeno”.
Publicado el 24 de octubre de 2017 en el medio alemán Der Spieguel
(por Philip Berthge) La reputación de algunas compañías es tan pobre que el público ya tiene pocas expectativas en lo que se refiere a su ética y prácticas comerciales. Eso no lo hace menos impactante cuando las acusaciones en su contra se confirman en blanco y negro.
El gigante de los productos químicos agrícolas Monsanto está bajo fuego porque se sospecha que el herbicida de la compañía, Roundup (ingrediente activo: glifosato) es cancerígeno. El permiso para vender el químico en la Unión Europea vence el 15 de diciembre y los estados miembros decidirán el miércoles si lo renovarán por otros 10 años. Y ahora, la disputa de larga data sobre el glifosato ha llegado a un punto crítico mediante la publicación de documentos explosivos.
Las estrategias de Monsanto para blanquear glifosato se han revelado en correos electrónicos internos, presentaciones y memos. Peor aún, estos “Monsanto Papers” sugieren que la compañía ni siquiera parece saber si Roundup es inofensivo para la salud de las personas.
“No se puede decir que Roundup no sea carcinógeno”, escribió la toxicóloga de Monsanto, Donna Farmer en uno de los correos electrónicos. “No hemos hecho las pruebas necesarias en la formulación para hacer esa declaración”.
El correo electrónico, enviado el 22 de noviembre de 2003, es uno de más de 100 documentos que un tribunal de los Estados Unidos ordenó a Monsanto presentar como evidencia después de que unos 2.000 demandantes exigieran una indemnización de Monsanto en demandas colectivas. Ellos afirman que Roundup ha causado linfoma no Hodgkin, una forma de cáncer de ganglio linfático, en ellos o miembros de su familia.
Los documentos sugieren que la empresa ocultó los riesgos, convirtiendo su publicación en un desastre para la empresa. El tema también es tema de discusión en Bayer, la compañía química alemana en proceso de adquisición de Monsanto.
“Los documentos de Monsanto cuentan una historia alarmante de escritura fantasma, manipulación científica y retención de información”, dice Michael Baum, socio de la firma de abogados Baum, Hedlund, Aristei & Goldman, que está presentando una de las acciones colectivas de los EE. UU. Según Baum, Monsanto usó las mismas estrategias que la industria tabacalera: “crear dudas, atacar a las personas, escribir fantasmas”.
El glifosato es el herbicida más utilizado en el mundo. Compañías como Monsanto, Syngenta y Bayer producen más de 800,000 toneladas métricas de la subasta cada año y la venden en todo el mundo.
La popular sustancia química agrícola ha estado en uso durante más de 40 años y ahora se puede encontrar en casi todas partes: en la orina de humanos y animales, en leche, en cerveza, en helado, y sobre todo en cultivos de los Estados Unidos y Brasil, que también termina alimentando al ganado y cerdos alemanes.